"¡¡Los libros están
obsoletos!! La tecnología, la multimedia, los e-books los han
reemplazado."
Aplastante y arriesgada
aseveración ¿Qué creéis vosotros? ¿Será cierto que el libro está a punto de
pasar a se un objeto de museo? ¿Será que los lectores de tinta y papel tendrán
que ir a los anticuarios en busca del vetusto objeto?
Luego, están los del otro
bando. He podido escuchar perlas rotundas, del calibre de: "¡Jamás una
película superará a un buen libro!"; "Los que no leen libros y se
enteran de las cosas por la TV (Documentales, telediario, etc.) o en
ordenadores son unos analfabetos ignorantes."
... y así, sube el tono
entre los confrontados "pro libro" y los "frikis"
tecnológicos.
Pues, permítanme decirles,
desde mi humilde opinión, que creo que esta confrontación producida por el paso
del leguaje escrito al lenguaje multimedial, trasciende las fronteras de la
exageración y me parece que se deja un poco de lado lo esencial.
¿Qué es más importante: El
lenguaje (la forma en que se transmite la información), o lo que contiene el
lenguaje (la información)?
¿Es más valioso un libro de Belén Esteban (en papel, tinta y portada dura) que un documental sobre el deshielo de los casquetes polares (con "enajenantes" imágenes de pingüinos adorables y "distractora" música de fondo)?
¿Es más edificante disfrutar
de la temporada 17 de gran hermano, que del libro del Gabriel García Márquez:
"Cien años de Soledad"?
Me imagino como habrá
reaccionado el personal en otra época similar... en otro cambio de lenguaje. En
aquellos años en que se pasaba del lenguaje oral al lenguaje escrito.
"¡¡Es que, ni el frío
papel ni la sucia tinta, podrán captar jamás la calidez y dulzura de las
palabras lanzadas por un cuenta cuentos!!"; "¡¡Solo los libros pueden
conservar los textos sin ser tergiversados al antojo de un payaso
orador!!"
Habrán cambiado los
vestuarios y los acentos, pero la confrontación, tiene que haber sido muy
similar a la de nuestra época.
Pues, observando la
evolución del careo: "Oralidad Vs. Palabra escrita", vemos que el
libro nunca llevó a los cuenta cuentos a la extinción, ni mucho menos. De
hecho, se han fortalecido, multiplicándose y profesionalizándose. Existen
grandes eventos en muchos lugares del mundo donde se constata la buena salud de
estos sujetos que viven de contar historias de forma oral. Incluso, son contratados
por la industria editorial para la promoción del libro y la lectura (... y en
algunos casos, en contra de la "perversa" amenaza digital).
Seguramente ese mismo, será
el destino de la confrontación actual. La multimedia alcanzará avances
asombrosos y el libro se fortalecerá, gracias a sus particularidades únicas. Sin
que, finalmente, se exterminen el uno al otro.
...y hablando de particularidades... la razón por la que empecé a reflexionar sobre este tema, era comentarles que muy pronto, estaremos dictando un taller sobre una de esas particularidades únicas que tiene el libro: Un taller de pop up, un curso donde aprenderán a crear estructuras de papel que brotan desde un libro, convirtiéndolo en objeto artístico. Esto será el 18 y 19 de febrero en La Casa de Los Jacintos (En La Latina, Madrid - Informes 616 16 98 08).
En fin, volviendo a lo
esencial, lo importante no es el formato... lo sustancial es lo que se entrega. Si vas a transmitir
basura, da lo mismo si lo haces de forma oral, escrita, multimedial o con un
hermoso libro pop up (que puedes aprender a hacer en nuestro próximo taller).}
¡He dicho!
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